martes, 19 de mayo de 2015

Gu{a de Pautas de Higiene del Sueño

Aunque existen una serie de "tips" para conciliar y mantener el sueño (desde agua de hierbas hasta auto-hipnosis), les comparto algunas pautas generales recomendadas por el Servicio de Neurología del Hospital Sanitas La Moraleja (España) para tener una adecuada higiene del sueño:

1. No tomar sustancias excitantes como café, té, alcohol, tabaco, etc., especialmente durante la tarde o al final del día.

2. Tomar una cena ligera y esperar una o dos horas para acostarse. No irse a la cama con sensación de hambre. Se puede tomar un vaso de leche caliente (sin chocolate) o una infusión (sin teína) para favorecer la relajación antes de ir a dormir.

3. Realizar ejercicio físico pero evitar hacerlo a última hora del día, ya que activa el organismo.

4. Evitar siestas prolongadas (no más de 20-30 minutos) y nunca por la tarde-noche.

5. Si se está tomando medicación hay que tener en cuenta que algunos medicamentos pueden producir insomnio.

6. Mantener horarios de sueño regulares, acostándose y levantándose siempre a la misma hora. Si no se consigue conciliar el sueño en unos 15 minutos salir de la cama y relajarse en otro lugar para volver a la cama cuando aparezca el sueño.

7. Evitar la exposición a luz brillante a última hora de la tarde y por la noche si existen problemas para conciliar el sueño.

8. No realizar en la cama tareas que impliquen actividad mental (leer, ver tv, usar ordenador, etc.).

9. Es imprescindible mantener un ambiente adecuado que favorezca y ayude a mantener el sueño. Se debe procurar tener una temperatura adecuada, evitar ruidos, usar colores relajantes, una cama confortable etc. Evitar los ambientes no familiares o no habituales a la hora de dormir.

10. Si es necesario se puede realizar un ritual antes de acostarse que incluya conductas relajantes como escuchar música tranquila, lavarse los dientes, una ducha templada, etc.

Kris Maykol Rey Sánchez. MD. Msc.


jueves, 14 de mayo de 2015

Las dos caras en la moneda de la Drogadicción

Es sorprendentemente agradable como el gobierno central y local han tomado medidas para asegurar la salud mental de la sociedad en los últimos años mediante leyes y decretos, pero lamentablemente quedaron ahí: en el papel, ''en el papel se ve bonito'' decía un profesor... pero ese es otro tema en el que no quiero extenderme ya que estas lineas están dedicadas a una problemática en el ámbito social y de salud pública: La Drogadicción.

Esta enfermedad (se sabe que existen cambios neuroquímicos a nivel cerebral asociado a factores genéticos y también del entorno) que se manifiesta mediante la conducta compulsiva e inadaptativa para consumir una sustancia psicoactiva o hacia una situación (como la ludopatía y lujuria entendida como adicción NO como pecado) y que afecta la sociedad de una u otra manera (por ejemplo: indigencia, delincuencia, prácticas sexuales de riesgo, prostitución, etc) ha sido tratada desde dos visiones totalmente divergentes: Desde lo Social y Desde lo Clínico.

El enfoque social de las entidades en Bogotá buscan "la reducción de riesgo y mitigación de daño" es decir: "que consuman pero que eso no se convierta en un problema individual ni social" y de esta manera paliar los efectos nocivos en la sociedad.

El enfoque clínico busca "la abstinencia total" entendiendo la adicción como una enfermedad crónica y progresiva que NO es curable pero SI es tratable.

Es así que mientras los Centros de Encuentro y Acogida, Centros de Atención para la Drogadicción pertenecientes a la Secretaria de Integración Social mitigan el daño, los Centros de Salud, Las Unidades de Salud Mental, Hospitales y Centros de Atención para la Drogadicción pertenecientes a la Secretaria Distrital de Salud promueven el cero consumo haciendo oda a esa caricatura de dos marineros en un bote remando para lados opuestos.


Si uno observa el modus operandi del adicto habitante de calle (principal usuario de estos servicios) podríamos evidenciar la migración de una institución a otra a lo largo de su vida (intenta dejar de consumir de una buena vez y al recaer va a otro centro donde le ayudan a "controlar el vicio" y luego regresa al primer centro para intentar dejarlo por completo porque vio que no se podía dar "esos permisos") perpetuándose este "círculo vicioso".


Esta corta historia acerca de las políticas públicas en drogadicción nos llama a reflexionar acerca del ''actuar'' a nivel macro mediante un equipo interdisciplinario que aporte los diferentes enfoques respecto a esta situación para que la intervención sea contundente y traduzca una real solución para nuestra sociedad incluyendo la recuperación de las personas que sufren de esta enfermedad.

Kris Maykol Rey Sánchez. MD.Msc.