A finales del siglo veinte y en la
primera década del veintiuno, la humanidad ha entrado en un proceso globalizador.
Todos los macro procesos que conforman la sociedad moderna como mercados,
economía, las fronteras y su sentido de nación, la políticas, las leyes, etc; se han
licuefactado dejando atrás un estado sólido,
rígido y inmutable de siglos anteriores (Medievo) para iniciar un procesos de
unidad, totalidad sobre los principios que enmarcan la “vida buena”; principios
que se han materializados sobre la declaración de los derechos Humanos. Estos cambios son rápidos y han hecho de mella en
la vida corriente de hombre medio,
trasformando también su sentido de identidad, orientándolo hacia la vida que merece ser vivida en un mundo moderno. En palabras de Zygmunt Bauman:
“En ese amasijo de problemas
que llaman “mi identidad”, se daba una importancia especial a mi nacionalidad.
Me había tocado el mismo lote que a millones de refugiados e inmigrantes, a
quienes nuestro mundo cada vez más globalizador expulsa a un ritmo cada vez más
acelerado. Pero descubrir que la identidad es un amasijo de problemas en lugar
de una sola cuestión es algo que tengo en común con un número mucho mayor,
prácticamente con todos los hombres y mujeres de la <moderna era
liquida>” (Bauman, 2007, pág. 33)
Con la identidad, las creencias, y el
sentido de Sociedad diluido más que nunca, la comorbilidad de enfermedad mental
ha tomado más relevancia . Las políticas y prácticas en Salud mental no son
ajenas a estos cambios, razón por la cual la OMS se ha interesado en esto, al descubrir que la enfermedad
mental es una de las principales causas de Muerte (Suicidio, Depresión, y
Esquizofrenia). Como consecuencia de esto, el informe The World Health Report
2001 estuvo dedicado por completo a la salud mental (WHO, 2001). En su lista de
prioridades, el Banco Mundial ha hecho hincapié en mejorar la salud mental como
parte de su estrategia para potenciar las economías desfavorecidas (World Bank,
2002).” Y La comunidad Europea ha creado un observatorio, que se encarga de
analizar y plantear las mejores políticas y prácticas a seguir.
Colombia no ha sido indiferente a
estos cambios mundiales tras la implementación y reforma en el año 2001 del
sistema de salud que buscó mejorar y hacer competitiva la salud en pro de las necesidades propias y cambiantes
(emigración dentro y fuera de su territorio, conflicto armado, y ciudades
industrializadas). Y ante la inminente posibilidad de paz, y en procura de
un buen
manejo del posconflicto; se crea
la por primera vez en el país la ley de “Salud mental Núm. 1616 01/13”
definiendo las políticas a seguir en este tema, de acorde a políticas, y acuerdos mundiales. En enero del 2012 y en concordancia a los lineamientos
jurídicos la CRES (Comisión de Regulación en Salud Colombiana) “ante la
evidencia científica y de perfil epidemiológico colombiano”, es decir el
análisis de las causas de enfermedad y muerte en nuestro país, se encontraron
cifras bastante importantes de trastorno y enfermedad mental y se introduce como un avance en el tratamiento la
“psicoterapia hasta 30 sesiones” y la “psicofarmacología” básica dentro del POS
(plan obligatorio de Salud), poniendo al alcance del ciudadano medio la Atención primaria en salud mental de una
forma Profesional regulada por el gobierno, y alejada de cualquier influencia, práctica o intento de terapia por fundaciones
sin ánimo de lucro, asociaciones religiosas, ONG, que a pesar de su buena
intención llegan solo a la asistencia
social, y en ocasiones sus
prácticas esta alejadas la evidencia
científica, y el marco legal. Entidades que no tiene claro el siguiente enunciado de la OMS:
“La separación artificial entre los factores biológicos
por un lado y los psicológicos y sociales por el otro ha obstaculizado
enormemente la plena comprensión de los trastornos mentales y del
comportamiento. En realidad, estos trastornos se asemejan a muchas enfermedades
orgánicas en el hecho de ser resultado de una interacción compleja de estos
factores. “(Organización
mundial de la salud, 2001,Pg 6)
A pesar que la misma OMS reconoce que [la separación
Físico-mental], es una ficción. Esta forma de explicar la experiencia sensible interna
(subjetiva) como creencia es aún vigente en la sociedad, incluso en algunos casos dentro del personal técnico, o profesional
médico. Tal Creencia en la actualidad es
obstáculo en la Intervención Terapéutica,
en la nosología, y investigación en este campo. La Evidencia empírica y
los acuerdos de comunidad científica, han identificado los componentes claves
sobre lo que conforma “lo mental”. Ten en cuenta que el órgano responsable de tu experiencia
consciente es el Cerebro, y su sistema de red nerviosa dispersado por todo el
cuerpo. En segundo lugar que la interacción del entorno y biología del cuerpo
afectan el cómo se interprete y/o procese la información que recibes. Un
entorno que hoy en día se basa en cómo te relacionas con otros (el ejercicio de la Vida
Civil) en las relaciones familiares y en las situaciones cotidianas.
Te puedo asegurar que sabemos y tenemos pruebas de:
“Sabemos hoy que la mayor parte de las enfermedades,
tanto psíquicas como orgánicas, están influidas por una combinación de factores
biológicos, psicológicos y sociales. Sabemos que los trastornos mentales se
asientan en el cerebro, Sabemos que afectan a las personas en todas las edades
en todos los países y son causa de sufrimiento tanto para las familias y las
comunidades como para los individuos. Sabemos también que la mayor parte de los
casos, pueden diagnosticarse y tratarse de manera eficaz con relación al costo”
(Organizacion mundial de la salud, 2001,pg 6)