Llama poderosamente la atención encontrar que el ejercicio de la política se está condicionando a periodos, épocas y temporadas, hace aproximadamente un mes se empezaron a "plagar" las redes sociales de comentarios acerca de las decisiones electorales #vigentes, insultos, improperios y una importante cantidad de chascarrillos asociados al tema, que no carecen de sentido del humor, pero que funcionan un poco como la siguiente analogía:
Buñuelos y natilla son a Diciembre (época de navidad) como Ejercicio de [#micropolítica] expresado en muchas de las #acciones de las que podemos hacer uso (marchas, movilizaciones, opinión, solicitud) es al periodo en que los candidatos hacen "campañas" para conseguir votos.
Seguramente las miles de personas que opinan de política en época de elecciones esperan a que los candidatos ejerzan a diario esta dinámica de promesas asociadas a obras de interés social, educativo y de mejoramiento en general, y no sucede así, es cada cuatro años que los políticos "aprovechan" que aceptamos que se hable de política, es decir, cada cuatro años nos disponemos a tomar decisiones de este orden, a apoyar o rechazar a uno u otro candidato, a hacer uso de la #micropolítica expresada en el acto de sufragar, pero sigue siendo un ejercicio somero, superfluo y básico, sin la trascendencia e importancia que reviste, una continua crítica a lo que va mal dentro de las administraciones... pero ¿cada tanto tiempo?, debería suceder a diario que desde nuestra capacidad de #decisión fomentáramos los cambios con los que soñamos.
No se cuestiona la intención de lograr cambios positivos que están supeditados a las decisiones de los "gobernantes" de nuestra nación, lo paradójico es querer que las cosas sucedan de manera mágica, sin asumir el proceso para conseguirlas.
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