Mi
visión sobre el objetivo de la psicoterapia no busca la “sanación” como
objetivo medico; si no el “ajuste” como
fin.
El Órgano cognitivo que conforma el sistema nervioso es un aparato destinado al cambio permanente, y a la actualización continua. Es algo que no se puede reparar ya que no tiene una morfología preestablecida como el resto de nuestro cuerpo.
Así quisiera el pianista tener siete dedos su ajuste evolutivo está limitado por generaciones de herencia. Pero su cerebro no; él puede imaginar una composición musical “como si” tuviera ese dedo extra. El órgano cognitivo tiene esa cualidad el cambio, y como la evidencia nos dice en nuestro mundo: “El cambio no solo es posible, es inevitable” (Shazer, 1991) y el ajuste es nuestra única opción. El Ajuste del aprendizaje nuevo sobre una construcción ya existente. Recuerdos y experiencias, codificadas a modo de un relato inconcluso, que busca la coherencia para poder ser trasmitido.
El Órgano cognitivo que conforma el sistema nervioso es un aparato destinado al cambio permanente, y a la actualización continua. Es algo que no se puede reparar ya que no tiene una morfología preestablecida como el resto de nuestro cuerpo.
Así quisiera el pianista tener siete dedos su ajuste evolutivo está limitado por generaciones de herencia. Pero su cerebro no; él puede imaginar una composición musical “como si” tuviera ese dedo extra. El órgano cognitivo tiene esa cualidad el cambio, y como la evidencia nos dice en nuestro mundo: “El cambio no solo es posible, es inevitable” (Shazer, 1991) y el ajuste es nuestra única opción. El Ajuste del aprendizaje nuevo sobre una construcción ya existente. Recuerdos y experiencias, codificadas a modo de un relato inconcluso, que busca la coherencia para poder ser trasmitido.
Este
relato que explica nuestra identidad sufre continuas correcciones por los
otros, por lo otro que rodea nuestra vida familiar, y nuestro entorno
cotidiano. Gastamos energía en Adaptarnos y de defender la integridad de
esa estructura física (nuestro sistema
corporal) y digital (la narración que define nuestra identidad). Tal tensión como todas puede romperse, y el
ajuste no producirse; esa ruptura a la que cotidianamente llamamos estrés, ansiedad, miedo, y trastorno mental. Por el contrario la
coherencia del relato, y la capacidad de este de asumir el cambio dentro de su
narración nos dirige ser capaces de tener una explicación para lo que ocurre en
el presente, y encontrar posibles
soluciones a las cuestiones que novedosas que nos propone.
Ese Ajuste al presente, a lo cotidiano, y a lo
familiar del cliente es lo que hace “terapéutica” la conversación con el
profesional. Por eso este el objetivo, y
el ¿Cómo se produce?, ¿Qué lo facilita?, su teoría. A. Mourin.
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